Sumi: tinta / e: pintura
Antigua técnica china incorporada a Japón en el siglo IV y utilizada como práctica Zen por los Monjes Budistas. En la técnica del Sumié se utiliza el zuzuri (pequeño plato hondo de piedra) donde se frota el sumi en barra con un poco de agua y así se va obteniendo la tinta lo más oscura posible que servirá para los tonos oscuros de la obra. Esa tinta se mezcla a la vez con distintas proporciones de agua para conseguir graduaciones de grises. La pintura entonces se realiza con estas variaciones de grises, el negro y algunas veces también unos toques o aguadas de color utilizando tintas o acuarela.
El sumié se realiza principalmente sobre papel de arroz, el cual puede dañarse muy facilmente, debido a su fragilidad. Una vez realizada la obra, el papel de arroz es ensamblado en una hoja de mayor firmeza para lograr una terminación más resistente y posteriormente ser enmarcado.
En el sumié la pincelada tiene un valor fundamental. La posición del pincel, el trayecto, el tiempo de apoyo en el papel, la presión, la carga de agua y tinta influyen notablemente en los resultados.
Es una técnica que, al no tener posibilidad de corrección, requiere de práctica y concentración, paciencia y el estar presente en cada trazo.